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Oración del Kenpo Karate:
Vengo hacia ti con las manos vacias. No tengo armas, pero si soy obligado a defenderme, o a mis principios o mi honor, o si es cuestión de vida o muerte, del derecho o la injusticia, entonces aquí estan mis armas, las manos vacías.
El maestro Jorge Ramos Soto con el campeón mundial Héctor
Echeverría, en ocasión
del avant premiere de la película El Arma Perfecta, de Jeff
Speakmann ,
en la sede central de la International Kenpo Karate Association en
Santiago de Chile, en la academia de quien fuera el gran maestro Arturo
Petit Almonde,
Presidente para Latinoamérica de la Internacional Kenpo Karate
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Extraído del kenpo chino y del kenpo japonés.
Los conceptos son extraídos de ambos estilos y modernizados por
el maestro Ed Parker's.
Introducción
HISTORIA DEL KARATE de Jorge Ramos SOTO ...../
El medio de las manos Vacias. Eso es lo qué significa la palabra
Karate. Es el nombre Con que bautizaron los japoneses a éste Arte-Marcial,
militar o guerrero, es tan antiguo como la esgrima Okendo. Con ello el
Karate es la más vieja técnica guerrera para matar y no ser
matado.
Mientras el Judo data de hace sólo
96 años, cuando fuera creado en 1882 por el doctor Jigoro Kano y
el jiujitsu de hace más de 300 años, pues los archivos del
Kodekan encuentran sus primeros vestigios hacia el año 1648, el
Karate tiene alrededor de 3000 años, según consta en los
más antigüos escritos del mundo. Los manuscritos chinos ya
hablan de esta técnica destinada a conservar el cuerpo y el espíritu
en condiciones, enseñando el medio de combatir sin armas o con ellas,
teniendo en consideración que los ademanes del luchador son los
mismos con las manos vacías o premunidos de un arma. Manos vacías
o puño chino son las traducciones de los nombres que se da a este
Arte Marcial en los paises donde se practica.
Pero debemos entender por Karate "el
arte que utiliza las armas natúrales del cuerpo para construir su
técnica defensiva y de contraataques también". Hay que decirlo
desde el principio porque hay escuelas de entrenamiento y concepciones
diferentes de combate que mueven a provocar la confusión entre los
espíritus poco enterados.
Los orígenes del Karate se encuentran
en la India, algunos dicen que en el Tibet, donde fue inventado por los
monjes para luchar contra los inconvenientes físicos de la meditaci6n.
Era,el equilibrio físico o somático contra la intensa labor
psíquica que impone la meditación budista. Otros opinan que
fue el medio o do"Karate -medio de las manos vacias, que permitió
a los monjes andantes o errantes defenderse de los numerosos bandidos que
Infestaban los caminos en aquellas lejanas épocas.
De la india el Karate pasa primero a
la China del Sur, luego a la del Norte, para enseguida, conquistarse a
todas las colonias chinas de Asia, entre estas, Okinawa, que fue la cuna
del verdadero estilo violento y eficaz del Karate moderno (Escuela de Qkínawa),
en tanto que los otros estilos asiáticos caían en la búsqueda
mental y, por lo mismo, perdían un tanto sus objetivos violentos.
La cuna entonces, de nuestro Karate es la Isla de Okinawa, cuyo antiguo
nombre japonés fue Ryu- kyu, equivalente al nombre chino de Lu-Chu.
A decir verdad, todo cuanto se sabe en
esta lejana parte de la historia, es - más bien leyenda. Los isleños
de Okinawa cultivaron por primera vez el Karate que estaba en la tradición
china pero que había pasado de ser una práctica mental, al
ser dominados por el señor de Shopasiu, al principio del siglo XVII,
en 1609. Este prohibió a todos los habítantes el uso de armas,
lo que llevó a éstos a desarrollar esta peculiar forma de
defensa, llena de implicaciones históricas. El viejo sistema, que
algunos no tropiezan en asegurar que fue creado por el propio Bodhaí
Dharma, el fundador del Budismo Zen, dejó perplejo al gobernante
qué supo aprovecharse de sus cualidades. Así se habían
aprovechado los chinos, hacia el año 520 D. de C., cuando un monje
tibetano lo llevó hasta la China del Sur. En China lo cultivaron
principalmente los monjes del monasterio de Chau Lin-sou (Shorinli, en
japones), situado cerca de Tsu-iyo. Había dos sectas en ese monasterio,
los monjes verdaderos, que estaban buscando la salvación del alma,y
los leales que buscaban la restauración del Imperio Ming.
Estos militares disfrazados se aseguran
de que el perfeccionamiento de este Arte fuera obligatorio en este monasterio.
Es una leyenda popular que estos estudiantes tenían que pasar varias
pruebas rigurosas para graduarse, si no eran pasadas estas pruebas los
estudiantes continuaban allí, sin importar el número de años
que les tomara para ser aprobados.
Las pruebas consistían en: 1)
Examen oral de la Historia y Teoría del Arte. 2) Competencia de
varios colegas. 3) Si eran pasadas con éxito estas dos pruebas,
la tercera y última consistía en recorrer el comedor del
templo en el que eran colocados 108 muñecos de madera mecanizados.
Estos maniquíes estaban equipados con armas que incluían
puños de madera, bastones, cuchillos lanzas, etc.. El genio mecánico
que construyó los muñecos los dispuso de tal forma que ni
siquiera él sabía como actuarian al hacerlos funcionar.
El estudiante que caminaba por este corredor
no tenía conocimiento de que las duelas sobre las que caminaba eran
el sistema para poner en acción a los maniquíes. El peso
del estudiante determinaba el número de duelas que haría
funcionar. Así, era muy posible que lo atacaran tres o más
muñecos al mismo tiempo. Si el estudiante sobrevivía con
éxito a este viaje, la prueba última y final consistía
en mover una urna de 225 Kg., que estaba al rojo vivo, para poder salir
por la última entrada. La forma en que tenía que mover esta
urna era empleando los antebrazos para abrazarla, marcando así en
ellos dos símbolos: un dragón y un tigre; entonces, este
era el diploma de un graduado de Shao-lin en China meridional.
Donde quiera que fuese estos símbolos
le proporcionaban respeto y honor. Pero el paso del Karate de Okinawa al
Jap6n se produjo poco después del dominio de Shopasiu, durante la
invasi6n del señor Dymye o Shimatsu que, como el antecesor, prohibió
también a los isleños el uso de armas. Tal como los monjes
del monasterio de Sherinji, cuyos puños tuvieron fama en la China
antigüa y cuya disciplina era tan férrea que se desvanecían
uno a uno durante las prácticas, así los isleños de
Okinawa crearon una escuela de estilo duro, si bien siempre estructurado
sobre principios que arrancan su concentración de los más
profundos ámbitos del alma búdica. Se piensa hoy, por quienes
han estudiado a la historia de este arte, llamado marcial, que la primera
transformaci6n del Karate denominado de salud, es decir, el Karate gimnástico,
en Karate marcial, se debe a las tropas de Alejandro Magno. Habiendo, como
sabemos, invadido Alejandro sin dificultad a la India, autoriz6 a sus tropas
para que, a modo de reposo, se divirtieran organizando torneos de combates
libres a mano limpia. Estos llegaron a conocer un éxito portentoso.
El Karate practicado por los monjes en
secreto, fue entonces estudiado, transformado y practicado en encuentros
que eran un placer para el pueblo. Hoy en día existen, sin embargo,
tres grandes escuelas que son las únicas valederas: KEMPO, SHOTOKAN
y GOYO-RYU que han dado origen a numerosas escuelas o estilos de calidad
inferior. La mayor parte de las desviaciones son productos de escuelas
nacidas en la Post-guerra. Nombraremos aquí a sólo dos de
estas modalidades: WADO-RYU y SHUKOKÁI.
Tan hábiles como han sido los
japoneses para asimilar los descubrimientos ajenos, no han tardado tampoco
en dar a éstos descubrimientos orientaciones nuevas que constituyeron
progresos de consideración. Seguramente, porque ellos veían
con ojos nuevos aquello que absorbían. Esto es lo que aconteció
con el Karate japonés que nació en Okinawa y que no tuvo
un desarrollo efectivo y no se afirmó realmente sino al entrar en
Japón.
En Okinawa se practicaba un Karate chino,
como en otros pueblos asiáticos, es decir, un Karate pleno de poesía,
de lentitud, no de violencia, y de concentración mental cuando bruscamente
la posesión de armas en la isla fue declarada "crimen contra el
Estado Chino". Inmediatamente los habitantes buscaron la forma de transformar
su arte en una técnica destinada a matar al opresor. Así
comenzaron las técnicas de endurecimiento de los miembros por medio
de golpes al "makiwa- ra" (poste recubierto de paja trenzada) y el desarrollo
de ataques rápidos, violentos y crueles.- Luego, el tiempo trascurri6
y el Karate volvió a sus antigüas formas, lo que podría
mas llamarse Karate de paz, de salud.
Cuando 200 años más tarde
los japoneses volvieron con el señor de Shimazú a invadir
de nuevo las islas, y a prohibir una vez más el uso de las
armas, de todas las armas, incluídas las peras de hierro, el Karate
de Okínawa, llamado también TO- DE, que significa puño
chino, se volvió a transformar, pero esta vez no hizo otra cosa
que perfeccionarse hasta nuestros días en su forma violenta. La
poesía del movimiento, la predominancia de lo mental habia desaparecido,
pero quedó siempre la actitud que hoy mismo permite al karateca
aprender un sistema de defensa que rebasa los lindes de una simple técnica
de ataque, para invadir también otros dominios que dicen tener relación
con el desarrollo armónico del espíritu. Sólo en 1917,
un experto chino, el maestro Funakoshi, aceptó hacer la primera
demostración en Tokio. Después volvió a Okinawa rehusando
las proposiciones que se le hizo para que enseñase su arte en la
capital del Imperio. Pero el éxito logrado por el extraordinario
maestro fue enorme, el propio Ministro de Deportes insistió ante
él; hasta 1922, para que aceptase volver a efectuar otra demostración
en el curso,de la cual conoció a Kano, el fundador del judo, y a
Uyeshíba, el gran maestro del Aikido. -
Esta vez fue tan grande el entusiasmo,
que el gobierno le negó la visaci6n para que volviese a las Islas
y el Maestro aceptó enseñar el Karate en las Universidades.
Adviértase también que el Karate y, en general, todas las
artes marciales son materias universitarias en el Japón. Ocho años
más tarde, al ver el éxito de su amigo Fumakoshi, Mabuni
vino también a Okinawa y se instaló en la región
de Kyoto, creando el estilo Shiteryu, concordante con la misma idea.
Finalmente el Maestro Miyagi se trasladó también a
Japón y enseño el estilo más tradicional, del
cual había sido adepto el Maestro Funakoshi, el estilo Goyo-Ryu,
el más antiguo de los métodos de Okinawa, en el cual la búsqueda
del poder es muy grande, con pequeños desplazamientos y una respiración
sonora.
El Karate debe conservar en su enseñanza, todos
los requisitos de cortesía y todos los ceremoniales conque los Maestros
fundadores lo rodearon para buscar a través de los movimientos,
esa armonía del alma y cuerpo indispensables para lograr la maestría
final. Es por eso que debe practicarse en grupos y en sitios apropiados,
es decir en el Dojo. Allí se deben seguir estrictamente las enseñanzas
que imparta el Sensei o maestro autorizado mediante un título para
otorgar conocimiento.
El Dojo es el lugar en que se busca el
camino de la maestría personal a través de las artes marciales,
como otros la buscan a través de la meditación y maceraci6n
de su cuerpo, en los principios religiosos o espirituales de los maestros
de zen, del budismo, en la procura del sátori o iluminación
de la mente, según las enseñanzas que impartiera Gautama
Buda, el príncipe Sidharta que, conmovido por la miseria de sus
hermanos dedicó su vida a Construir un camino de perfección.
Así pues el Dojo, que significa textualmente, lugar donde se busca
la vía de la maestría personal por medio de las artes marciales",
constituye una especie de templo donde debe guardarse respeto de las jerarquías
y a los valores que allí se impartan dentro de tales ramas del conocimiento.
No se trata, en consecuencia de una simple
sala de gimnasia, así como tampoco de una Iglesia, sino que de ambas
cosas a la vez. Para aquellos que son totalmente neófitos en éste
arte, resulta siempre impresionante penetrar en un Dojo. A larga distancia,
bastante antes de llegar a él, se escuchará muchas veces
los gritos de kiai, cuyo efecto es siempre sobrecogedor. Así que
uno entre siempre en el Dojo, el ambiente con que se encuentra es muy a
menudo diferente de aquel que se había imaginado. Según sea
el instante de entrenamiento, las parejas pueden atacarse ferozmente mientras
saltan, esquivan, contraatacan, deslizándose por el pulido parquet.
Si se tratara de Judo o Aikido habría
una muy baja colchoneta, llamada tatami, que amortigua los golpes. Puede
que se llegue también en el momento del Kihón; entonces resulta
asombroso ver ese pequeño regimiento de hombres vestidos con el
keikegi o karate - gui (palabra, la primera que viene de las expresiones
japonesas ginvestidos y keike=entrenamiento), alineados en cuatro a cinco
filas, que avanzan o retroceden golpeando en el vacío, atacando
también en el vacío y lanzando muchos gritos destinados a
mejor hacer salir la energía del cuerpo. Parece una marea alta imposible
de contener y a la vez muy curiosa.
Pero si por el contrario, se llega al
Dojo en el momento de llevar a efecto una kata o forma, el desconcierto
es completo, pues las katas no guardan ningún parecido con ningún
ejercicio occidental. Los karatecas son tanbién alineados en columnas,
a las órdenes del Sensei y se defienden, atacan, giran, gritan al
mismo tiempo en todas las direcciones; direcciones al parecer muy complicadas,
de tal forma que se siente la impresión de estar en una danza guerrera,
lo que es efectivamente una kata o forma.
Es curioso comprobar que los espectadores
no sonríen y observan, en cambio, con gran curiosidad estos katas
(o formas de karate) pues de ellos se desprende una fuerza y una sinceridad
impresionante. Después del saludo a la "kamiza" (lugar de honor
del Dojo) el curso comienza por el precalentamiento (ju-min-Taisho). En
adelante, los demás ejercicios previos dependerán del criterio
del Sensei, que deberá ser un cintur6n negro autorizado para enseñar,
como ya lo habíamos señalado.
Tantos maestros como Funakoshi, en el
caso del Karate, como Jigoro Kano, para el Judo (que significa medio de
la habilídad o camino de la amabilidad) quisieron subrayar la base
ética de las atrtes marciales. Otro tanto hizo Uyeshiba en el Aikido
(que proviene de tres caracteres japoneses que significan armonía,
mente y media). Este arte marcial es por lo tanto el camino de la armonía
de la mente. Los cultores del aikido sostienen que no es una filosofía
ni una religión, sino una forma de vida que tiene por fin la vida
misma, y es tan profundo como el tiempo y la paciencia que los estudiantes
dedicarán para aprenderlo. Es por esta misma razón que los
cultores del Karate de hoy insistan en que se trata de un sistema defensivo
y no de un medio agresor, y no obstante, la indudable habilidad de los
karatecas entrenados para romper maderos, pulverizar ladrillos y baldosas,
el karate es un arte de la más pura espiritualidad.
Los movimientos variados que componen
los karatecas o formas del karate, no sólo tienen como fin incorporar
esos movimientos en el mismo sentido de los reflejos instintivos del karateca,
sino purificar el espíritu de los luchadores. A ello se debe que
las katas o formas sean la base misma de toda la estructura de este arte,
del mismo modo en que la disciplina de estudio de un pianista tiene por
objeto mantener en buenas condiciones su digitaci6n e interpretztción
y ejercitar habitualmente la concentración del artista a través
de la perfección de su técnica.
Diríamos que son el producto de
una superación permanente de muchos pequeños fracasos; los
logros en todos los campos de la actividad humana son siempre el resultado
final de una superación parcial de fracasos vencidos con heroicidad,
humildad, pasión y amor por lo que realizamos.
En consideración pues, a que el
karate es un arte puramente defensivo, resulta congruente con su espíritu
la máxima japonesa que dice: "Karate ni sente-nashi", que puede
ser libremente traducido como: "En el Karate no existe el primer ataque".
Como dice un tratadista, el karateca debe observar escrupulosamente el
sabio consejo de Polenio a su hijo Laertes, según lo cuenta Shakespeare:
"Guárdate de entrar a una pelea, pero en caso necesario, procura
que tu oponente pueda guardarse de tí". Y esto es tan cierto, que
podemos asegurar, enfáticamente que el karate, muy por el contrario
de lo que algunos pretenden que el sea el medio del poder con relación
al Judo, (llamado medio de la amabilidad), que tiene por base la no violencia.
Hay quienes afirman, inclusive, que un espíritu de videncia actúa
en el alma del aprendiz como factor inhibitorio o frenador para su perfecionamiento.
Agreguemos que la seguridad que da el
karate a quien lo cultiva, relaja el espírito de este y le arranca
poco a poco toda agresividad primigenia, a la vez que le hace comprender
el respeto que su persona le merece y por ende, despierta ese respeto en
quienes lo rodean. Se sostiene a este respecto que solo en el último
extremo y cuando se entiende que se está a punto de fracasar como
campe6n de la causa de la justicia y de la humanidad, principio llamada
seijijindo en japonés, debe decidirse el karateca a efectuar un
primer ataque. Los grandes maestros del Karate han intentado siempre disminuir
la importancia de las manifestaciones físicas de este arte, para
exaltar los valores espirituales del mismo. Existe una gran diferencia
entre una tabla de madera estática, un mont6n de baldosines o ladrillos
y un ser humano en movimiento, inteligente, siempre inesperado o irrepetible,
quizás armado y maestro en el uso de su arma.
Sin embargo, junto al karate estético
que hoy es más legendario que pragmático, hay un reencuentro
con los orígenes búdicos, especialmente del budismo-zen.
Ello permite hacer del karate un medio de perfección como lo es
el arco para ciertos maestros budistas y podríamos considerarlo
como el estado de concentración mental absoluta.
El Kiai es el grito que el Karateca lanza
para conseguir la concentración de su poder, su fuerza, el máximo
de su poderío de golpe y a la vez que sirve para distraer por el
temor al enemigo. El fin del Karate de concentrar en cada golpe la fuerza
total del individuo, es también gemela de la actitud búdica
que se ha llamado zen.
Para entenderla debemos explicar el origen
de esta partícula que se agrega al budismo y que caracteriza a una
actitud budista de buscar logros emotivados. Tan importante es para el
budismo la no motivación que desde que meditamos con un fin ulterior
deja de existir lo que se denomina dhyana, es decir, aproximadamente meditación
sin causa. Ésta palabra que proviene del palijhama es la forma original
del chino Chan y del japonés Zen.
Una explicación occidental de
estos estados no es fácil y ni siquiera,siempre accesible a los
que no están algo, iniciados.. En occidente, todas las actividades
orientales que tienen un fin en si mismas y no un conceptualismo utilitario
o pragmático, no son bien comprendidas. El Karate ha sido tambien
mirado de ese modo; se ha buscado una explicación causal y un fin
concreto que ha hecho de él que se desvirtúe en miles de
prácticas espúreas que algunos aficionados enseñan
con el nombre de Karate de defensa personal y que son mezclas híbridas
y mal fragolladas de varios artes marciales, tales como el aikido, el jiujitsu,
del Karate,-del Judo y de algunos artes chinos. El resultado es terrible;
desde el punto de vista espiritual y del tecnico, se aprende solo un conjunto
de trucos defensivos que raudamente se vuelven sólo agresivos, puesto
que no están cimentados de una forma más acabada, ni enraigados
a los principios,milenarios, severos, austeros y densos que estructuran
las bases filosóficas de cada una de las artes.
Todo este severo sistema inocula en el
alma del karateca en ciernes, una formación humana que va mucho
más allá de lo que muchos creen al ver estas artes marciales,
y, muy especialmente, en el Karate, que aparece como el más violento
de los ejercicios a los ojos de todos. Y es efectivamente un arte violento,
pero como esas hermosas dagas de grandes incrustaciones nacaradas y con
piedras preciosas cuya hoja brilla contra el terciopelo de un estuche,
s6lo será violento cuando se le saque del estuche y se le emplee
para matar o herir.
El Karate será muy violento, violentísimo,
s6lo cuando algún ser injusto, provocador, matonesco saque del estuche,
que es el alma del karateca, esta arma tan variada y tan insondablemente
plena de recursos que quienes ven actuar con ojos nuevos a un maestro,
se quedan sin habla, atónitos al descubrir todas las enormes posibilidades
que tiene el cuerpo humano para ser arma terrible.
Allí, en el Dojo,se practicarán
todas las formas o Katas de esta lucha sublime y viril del Karate, hasta
llegar a poseerlas bien, si no todas, la mayoría. Entre ellas la
llamada Kata del Cielo (Tenokata) que el maestro Funakoshi consideraba
como el principio y el fin del karate y que él a los 88 años
y hasta una semana antes de su muerte practicó con la misma devoción
y firmeza con que oran los monjes y rezan los sacerdotes. Practicaba al
borde de su lecho de enfermo y decía:"Creo que comienzo a sentir
el verdadero tsuki", lo que traía lágrimas a los ojos de
sus discípulos que pensaban entre sí: "El maestro va a morir
pues nunca antes pretendió alcanzar la maestría". Admirable
ejemplo
de humildad superior, pues él poseía la maestría,
pero no estaba seguro de ello y, por lo tanto, se exigía como el
que más, tal como un estudiante que ve aún lejano el día
de su promoción definitiva.
Este ejemplo se emparenta con muchos otros
de grandes hombres que, en aquello que amaron, nunca estuvieron satisfechos
de lo conseguido y murieron en la misma mitad de la lid para esta conquista
sublime y última.
"LA PERFECCION DEL CONOCIMIENTO" por Jorge Ramos Soto.
"EL CONOCIMIENTO SE ADQUIERE CON LA PRACTICA, NO SE
ENCUENTRA CAMINANDO Y AL AZAR"
El Kenpo Karate Americano
Mr. Ed Parker, fue la máxima autoridad de Kenpo
Karate en el mundo, llamado "Padre del Karate Moderno", presidente
y fundador de la Internacional Kenpo Karate Asociación. comenzó
enseñando
profesionalmente en Provo, Utha en 1954 y abre su primera
escuela en Pasadena, California en 1956.
Podemos destacar que se graduó en la Kamehameha High School (1949) en Honolulu, Hawaii donde el nació y vivió, además obtuvo un grado B.S.en Brigham Young University (1956) con un titulo en Sociología y Psicología, y otro en Ciencias Políticas.
Entrevistado por revistas
de todo el mundo, como: Times, Time, Look, Strength and Health,
Show Business Illustrated, Iron Man, Action Karate, Black
Belt, Karate Illustrated, Official Karate, Inside Kung Fu, American Karate,
and Karate/Kung Fu Illustrated y muchos otros medios como television y
cine. Se hizo conocer por sus espectaculares demostraciones en liceos,
universidades, clubes cívicos, ademas de crear el "International
Karate Chanpionships de Long Beach" por donde pasaron los mas grandes como
Mike Stone, Bruce Lee y otros .
Su reconocimiento
internacional lo llevo a países como Chile (en tres ocasiones),
Irlanda, Australia,
España, Inglaterra y Grecia, donde deslumbró
por sus demostraciones a ojos cerrados, su velocidad, habilidad y potencia
y su innovadora manera de explicar un arte que solo él podía
entender.
Ed Parker fue un verdadero genio, con la habilidad para descubrir los problemas de las artes marciales, sus aportes e innovaciones son interminables, cuatro décadas de experiencia, contribuciones y descubrimientos que lo hacen el maestro de su propio sistema, autor de su propio método de entrenamiento y única voz autorizada para aprobar o desaprobar lo relativo al Kenpo.
En 1990 el
Gran maestro Ed Parker parte, y sus miles de discípulos en el mundo
continúan
perfeccionado y disfrutando su obra.
Aquí mostramos
los primeros símbolos usados por el maestro Ed Parker para representar
su escuela de Kenpo Karate Americano:
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Y finalmente, el símbolo
usado en forma definitiva ha sido :
cuyo significado iremos desarrollando paso a paso, para difundir los notables conceptos que están implícitos en su diseño, apuntando a lo que debe ser el espíritu del Kenpo Karate Americano, y que todo kenpoísta debe conocer para honrar su sentido.
En el transcurso de los años, Parker fue implementando
nuevas ideas que - en forma técnica y científica- enriquecieron
y formaron lo que es hoy el kenpo karate.
Parker se basa en el patrón universal como base
para sistematizar los movimientos y la dinámica de ellos, ya que
el patrón universal encierra todos los puntos tangenciales de manos
y piernas tomándolo como su centro. Imaginemos una esfera en cuyo
centro estamos, y nos permite infinitos movimientos de círculos,
triángulos, cuadrados y rectángulos.
Entre el piso, el techo, los laterales y las diagonales
de la esfera imaginaria del patrón universal, tenemos un lugar que
sería la posición del practicante.
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maestro Jorge Ramos Soto |